jueves, 30 de octubre de 2008

CAPÍTULO 16: LA CUEVA DEL CAPITÁN BARBASNEGRAS





Frank Sparrow lloraba la pena de la muerte de su padre, mientras sus amigos hacían lo que podían para animarle en aquel duro momento de su vida, más era inútil. Fue entonces cuando el mago tuvo una idea sorprendente.


YERAY: ¡Tengo una idea! No sé si será posible… pero en cualquier caso cabe la posibilidad de que podamos impedir la muerte de tu padre.


FRANK: Mi padre ya ha muerto…


CHARLOTTE: Es más, quien lo mató se ha llevado tu sombrero, Frank.


YERAY: Es cierto que ha muerto, pero también contamos con la brújula del tiempo. Si pudiéramos viajar atrás podríamos evitar su asesinato, incluso descubrir al responsable.


CHARLOTTE: ¡Es posible! ¡Adelante! Activa la brújula, Frank.


Por unos segundos, el pirata sintió emoción ante la posibilidad de que aquella sugerencia pudiese hacerse realidad, pero cuando colocó la espada sobre el aparato no viajaron a través del tiempo. En lugar de eso, la flecha de brújula empezó a temblar marcando una dirección.


FRANK: Sigamos esta flecha, tal vez nos lleve hasta el asesino de mi padre.


Salieron del puerto, caminaron por oscuras playas en mitad de aquella noche cerrada, y llegaron hasta una cueva que había en los acantilados. Tras internarse en ella, se toparon con una luz muy brillante en el interior. Allí se encontraba un hombre con un sombrero negro con calavera que portaba una espada. Sin duda, se trataba de un pirata.


PIRATA: Bienvenido a mi morada, joven Sparrow, te estaba esperando. Soy el capitán Barbasnegras. Seguramente tu padre no habrá tenido tiempo de hablarte de mí, pero yo voy a contarte cosas muy interesantes.


FRANK: ¿Mataste tú a mi padre? (pregunto el pirata con seriedad)


BARBASNEGRAS: No, yo no lo maté. Pero sin duda era necesario. Ahí tienes tu sombrero, sólo queríamos apoderarnos de la pluma del ave fénix.


FRANK: ¿Para qué queréis la pluma que me regaló mi padre? (preguntó sorprendido)


BARBASNEGRAS: Para responderte a eso, antes tendrás que saber por qué tu padre te la regaló. La historia se remonta hasta hace 15 años, cuando tuvo lugar un asalto a un buque de la armada irlandesa. Tu padre era el capitán de nuestro barco. Sí, sí, yo viajaba con él, era un subalterno. Fue entonces cuando nos encontramos con un nigromante que portaba en su pecho una pluma del legendario ave fénix. Este animal tenía poderes asombrosamente mágicos. Bueno, entonces tu padre le arrebató la pluma al nigromante, que ya era viejo, y no podía defenderse. De hecho, aquel hombre había sido obligado por los irlandeses a viajar con ellos para que proporcionara fuerza e invencibilidad a su barco. Lo que deducimos de aquella derrota irlandesa, era que tan solo el capitán del barco era el que debía portarla, ya que el nigromante se dejó vencer. Una vez que tu padre se colocó la pluma de fénix en su sombrero empezaron las victorias y ganancias. Nos convertimos en los más poderosos piratas del océano. Y fue en nuestro punto más álgido, que decidimos buscar los tesoros perdidos de la Atlántida, cuando antes de zarpar, tu padre te donó la pluma de fénix.


YERAY: ¿Pero por qué lo hizo? No tiene sentido.


BARBASNEGRAS: Obviamente, el capitán nunca creyó en los poderes de la pluma. Siempre pensó que todos sus éxitos habían sido obra de su poder personal, nada de magia. Sin embargo, una vez que se quitó la pluma de su sombrero lo único que consiguió fue el desastre: una tormenta nos llevó al fracaso absoluto. Incluso tú mismo, joven Sparrow, has comprobado cómo al deshacerte de la pluma, has perdido a lo que más querías. La pluma te otorga beneficios si la mantienes contigo, pero una vez la alejas de ti, sólo te trae desgracias.


FRANK: Maldito… ¡Vas a pagar por la muerte de mi padre!


BARBASNEGRAS: No lo creo. Es más, me he hecho con el poder de la pluma de fénix que ahora porto sobre mi sombrero, y ahora quiero hacerme también con esa brújula mágica que he oído que puede hacerte viajar a través del tiempo…


FRANK: ¡Jamás! ¡No te lo permitiré!


BARBASNEGRAS: ¿Ah, no? Quizás te importe la vida de esa muchacha…


Al darse la vuelta Frank y Yeray, descubrieron que Charlotte tenía la espada del comandante Jones sobre su cuello a punto de clavársela. Estaban entre la espada y la pared, nunca mejor dicho. Frank Sparrow no tendría otra opción que entregarle la brújula mágica, la única esperanza para salvar la vida de su padre…


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